
¿Mi cabello necesita proteínas o hidratación? Aquí te explicamos cómo saberlo.
por Nanna Bundgaard en Apr 30, 2025

Leído por Dorthe Kristensen
Peluquera y antigua copropietaria de la galardonada cadena de peluquerías Zoom by Zoom
Con muchos años de experiencia en el sector de la peluquería, Dorthe ha asesorado a muchos clientes sobre el cabello y su cuidado. Dorthe ha leído detenidamente esta entrada del blog para garantizar su alta calidad y profesionalidad. Esta entrada de blog se actualiza profesionalmente en 11 de junio de 2025.
Tabla de contenido
El cabello sano crece cuando existe un equilibrio adecuado entre proteínas y humedad. Las proteínas proporcionan estructura y fuerza, mientras que la humedad garantiza la elasticidad y la suavidad. Cuando la humedad o las proteínas son insuficientes, el cabello puede volverse quebradizo, seco, lacio o más propenso a romperse. La clave para tener un cabello bonito y resistente es saber qué necesita y cuándo.
Las proteínas y la humedad en la salud del cabello
El cabello está compuesto principalmente por queratina, un tipo de proteína que le da fuerza. Esta estructura proteica puede dañarse con el calor de los aparatos de peluquería, los tratamientos químicos y los factores ambientales.
La hidratación, por su parte, mantiene el cabello flexible y evita que se rompa con la tensión. Sin una hidratación adecuada, incluso el cabello fuerte puede volverse áspero y encrespado. Lograr el equilibrio adecuado significa comprender cómo ambos elementos trabajan juntos para mantener la integridad general del cabello.
Señales de que tu cabello necesita proteínas
Cuando el cabello carece de proteínas suficientes, su estructura interna comienza a debilitarse, lo que provoca cambios notables en su textura, fuerza y manejabilidad. A diferencia de la sequedad relacionada con la hidratación, la deficiencia de proteínas afecta a la integridad y la resistencia del cabello.
Los signos más comunes de la deficiencia de proteínas son:
- Textura excesivamente suave o blanda, especialmente cuando está mojado, lo que dificulta el control y el peinado del cabello.
- Aspecto lacio o sin vida cuando está seco, con mechones que carecen de elasticidad y estructura.
- Aumento de la rotura, incluso durante el cepillado o peinado suave, lo que indica que los mechones están debilitados.
- Reducción de la elasticidad, el cabello se estira pero no recupera su forma original.
- Pérdida de definición de los rizos, lo que da lugar a rizos lacios o alargados que no mantienen su forma.
- En el cabello liso, un exceso de lisura o una textura similar a la paja pueden indicar el mismo desequilibrio.
- Alta porosidad, en la que el cabello absorbe rápidamente la humedad, pero tiene dificultades para retenerla, lo que a menudo da lugar a una superficie áspera y un encrespamiento persistente.
Estos signos apuntan a una estructura proteica comprometida dentro del tallo del cabello. La incorporación de tratamientos proteicos específicos, como mascarillas o acondicionadores enriquecidos con queratina o proteínas hidrolizadas, puede ayudar a reconstruir la fuerza, restaurar la elasticidad y devolver al cabello un estado más sano y resistente.
Señales de que tu cabello necesita hidratación
El cabello seco y deshidratado suele manifestarse a través de una combinación de síntomas persistentes que pueden ser difíciles de ignorar. Uno de los primeros y más reveladores signos es una textura áspera y quebradiza que no mejora con el lavado o el peinado habitual.
Los indicadores clave son:
- Encrespamiento, especialmente en ambientes húmedos, donde los mechones secos tienen dificultades para mantener su forma y suavidad.
- Falta de brillo, lo que deja el cabello apagado y mate en lugar de vibrante y brillante.
- Enredos y nudos, que se producen con mayor frecuencia cuando los cabellos secos se enredan entre sí y se resisten al desenredado.
- Rigidez y aspereza, incluso después de usar acondicionadores, lo que sugiere una necesidad más profunda de hidratación.
Además de lo anterior, el cabello deshidratado también puede ir acompañado de un cuero cabelludo seco, con picor o escamoso, lo que refleja una falta de nutrición a nivel de la raíz. Otro signo revelador es la respuesta del cabello a los productos hidratantes:
- Si absorbe rápidamente los sprays hidratantes, los productos sin aclarado o las mascarillas y muestra una suavidad o un tacto suave inmediatos, es probable que tu cabello necesite una hidratación constante.
Estos síntomas indican claramente que tu cabello se beneficiaría de una rutina de cuidado rica en hidratación. El uso de champús, acondicionadores y tratamientos hidratantes puede restaurar la elasticidad, la manejabilidad y la salud general, dando a tu cabello un tacto más suave y resistente.
¿Qué crees que es lo que más necesita tu cabello en este momento?
Cómo saber si tu cabello necesita proteínas o hidratación
Antes de elegir entre tratamientos proteicos o hidratantes, es importante evaluar qué es lo que realmente necesita tu cabello. Afortunadamente, existen un par de pruebas sencillas que puedes realizar en casa y que te permitirán conocer mejor el estado de tu cabello. Estas pruebas te ayudarán a detectar signos de desequilibrio, lo que te permitirá definir más fácilmente una rutina de cuidado eficaz.
Estas sencillas técnicas, cuando se utilizan conjuntamente, ofrecen una visión global del estado de tu cabello y pueden orientarte hacia la rutina de cuidado adecuada.
Prueba del mechón húmedo
La prueba del mechón húmedo es una forma sencilla y eficaz de evaluar la elasticidad de tu cabello y determinar si necesita proteínas o hidratación. Este método ofrece información valiosa sobre el estado actual de tu cabello y te ayuda a orientar tu enfoque de tratamiento.
Cómo hacerlo:
- Comienza con el cabello limpio y húmedo. Selecciona un mechón de una zona donde tu cabello sea más representativo (por ejemplo, que no esté demasiado tratado ni protegido).
- Estira suavemente el mechón entre los dedos, separándolo lentamente para observar su reacción.
Interpreta los resultados:
- Si el cabello se estira mucho y se nota gomoso sin volver a su forma original, es posible que esté demasiado hidratado y necesite proteínas para recuperar su fuerza interna.
- Si el cabello se rompe rápidamente sin estirarse, es probable que le falte hidratación y necesite hidratación para recuperar la flexibilidad y la suavidad.
Al realizar esta prueba con regularidad, podrás comprender mejor el equilibrio entre la fuerza y la elasticidad de tu cabello, lo que te permitirá seguir una rutina de cuidado capilar más personalizada y eficaz.
Prueba de flotación
La prueba de flotación es un método rápido e informativo para evaluar la porosidad de tu cabello, que te ayuda a determinar su capacidad para absorber y retener la humedad. Comprender tu nivel de porosidad es fundamental para elegir los productos y tratamientos adecuados.
Cómo hacerlo:
- Utiliza un mechón limpio y seco de cabello caído. Asegúrate de que el mechón no tenga restos de productos ni aceites, ya que estos pueden afectar a los resultados.
- Llena un vaso con agua a temperatura ambiente. Evita el agua caliente o fría, ya que las temperaturas extremas pueden influir en el comportamiento del cabello.
- Sumerge el mechón en el agua y déjalo reposar sin moverlo durante 3-5 minutos.
Interpreta los resultados:
- Si el mechón se hunde rápidamente, es probable que indique una alta porosidad, a menudo debido a daños. Esto significa que el cabello absorbe la humedad fácilmente, pero le cuesta retenerla, por lo que se beneficiaría de tratamientos ricos en proteínas que ayuden a fortalecer y sellar la cutícula.
- Si el mechón flota durante mucho tiempo, sugiere una baja porosidad, lo que significa que el cabello es más resistente a la absorción de humedad. Los productos ligeros e hidratantes pueden ayudar a mejorar la penetración de la humedad.
Esta sencilla prueba proporciona información sobre las necesidades estructurales de tu cabello, lo que permite un cuidado más específico y eficaz.
Recomendaciones de tratamiento según las necesidades del cabello
Si tu cabello necesita proteínas
Si tu cabello muestra signos de debilidad, rotura o elasticidad excesiva, es posible que le falte proteína. Para restaurar la fuerza y la estructura, busca tratamientos que incluyan ingredientes como queratina, aminoácidos de seda o colágeno. Estas proteínas pueden penetrar en el tallo capilar y ayudar a reconstruir su estructura interna, mejorando la resistencia y reduciendo la rotura.
Las mascarillas y los reconstructores ricos en proteínas son especialmente beneficiosos después de tratamientos químicos o del uso frecuente de herramientas de calor, que a menudo agotan el contenido natural de proteínas del cabello. Sin embargo, la moderación es clave. El uso excesivo de proteínas puede hacer que el cabello se vuelva rígido, quebradizo e incluso más propenso a la rotura, especialmente si tu cabello no necesita realmente un aporte adicional de proteínas.
Empieza con un tratamiento semanal y observa cómo responde tu cabello. Si empieza a sentirse más fuerte, mantiene mejor los peinados y se rompe con menos facilidad, es probable que vayas por buen camino. Ajusta la frecuencia según sea necesario en función de los resultados, asegurándote de no sobrecargar el cabello con proteínas innecesarias.
Si tu cabello necesita hidratación
Si tu cabello está seco, encrespado o sin brillo, es posible que necesite hidratación. Los tratamientos de acondicionamiento profundo con humectantes como la glicerina o el aloe vera ayudan a atraer la humedad al tallo capilar y a retenerla, mejorando la suavidad, el brillo y la manejabilidad. Los tratamientos hidratantes son especialmente importantes durante las estaciones secas o frías y para el cabello expuesto con frecuencia al calor de los aparatos de peinado.
Además de los acondicionadores profundos, incorpora a tu rutina diaria acondicionadores sin aclarado y aceites ligeros como el aceite de argán o el aceite de jojoba. Estos ayudan a retener la humedad y a proteger el cabello de los factores ambientales. Para obtener los mejores resultados, aplica productos hidratantes de forma constante y protege tu cabello del sol, el viento y los champús que resecan.
Con el tiempo y los cuidados adecuados, tu cabello recuperará su flexibilidad e hidratación y será mucho más fácil de manejar.
Mantener el equilibrio entre proteínas e hidratación
Mantener el equilibrio adecuado entre proteínas e hidratación es un proceso continuo que evoluciona con las necesidades cambiantes de tu cabello. Factores como el clima, el calor de los aparatos de peluquería, la frecuencia de lavado y el estrés pueden influir en lo que tu cabello necesita en cada momento. En lugar de seguir una rutina fija, adapta los tratamientos en función del aspecto y el comportamiento de tu cabello.
Después de tratamientos químicos o una exposición excesiva al calor, es posible que se necesiten proteínas para recuperar la fuerza. En condiciones de sequedad o con lavados frecuentes, es posible que tu cabello necesite hidratación para mantenerse suave y elástico. Observa signos como la textura, la elasticidad y la retención del peinado para orientar tus elecciones.
Evita los extremos: el exceso de proteínas provoca rigidez y fragilidad, mientras que el exceso de hidratación puede dejar el cabello lacio y difícil de manejar. Los tratamientos equilibrados que combinan ingredientes fortalecedores e hidratantes pueden ofrecer una solución más personalizada. Con una atención regular y un cuidado flexible, puedes preservar la resistencia, la suavidad y la salud general de tu cabello.
Escucha las necesidades de tu cabello
Comprender lo que necesita tu cabello, y cuándo, es la base de una rutina eficaz para el cuidado del cabello. Con el equilibrio adecuado entre proteínas y humedad, tu cabello puede mantenerse fuerte, hidratado y brillante. Controla el estado de tu cabello con regularidad y prepárate para ajustar tu rutina. Tu cabello te lo agradecerá con brillo, fuerza y vitalidad.
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